¿No sonríes en las fotos por vergüenza a que se vean las manchitas blancas de tus dientes? Estas manchas tienen diferentes causas, pero todas pueden ser solucionadas.
Adair Luiz Stefanello Busato, coordinador del curso de Odontología de la Universidad Luterana de Brasil (ULBRA) y especialista en odontología restauradora, explica la diferencia entre los tres tipos de manchas blancas.
El primer tipo se origina por enfermedades que pueden generar fiebre alta durante la formación de los dientes y, por consiguiente, del esmalte.
Como se producen en los dientes de leche, no generan tanta preocupación ya que estos dientes deciduos se caerán.
El esmalte dental comienza a formarse ocho meses después del nacimiento del bebé.
Durante ese período, los niños pueden tener enfermedades como varicela, sarampión y rubeola, que se contraen por virus que producen fiebre muy alta e interrumpen la producción de calcio por un determinado tiempo.
En ese momento, con todos los dientes en formación, pueden aparecer las manchitas blancas.
Flúor
El segundo tipo viene como consecuencia del fluór. El flúor es un mineral importante en la reducción de la prevalencia de las caries. En Brasil existe la fluoración de las aguas, es decir, el ajuste de la cantidad de flúor para que esté al nivel recomendado para la salud.
Sin embargo, el proceso no siempre tiene como resultado la medida correcta. Cuando se bebe mucha agua, el exceso de flúor puede traer consigo una enfermedad llamada fluorosis, que implica una mala formación de calcio que, a su vez, resulta en manchas blancas en los dientes.
Dependiendo del caso, el esmalte puede quedar poroso, inicialmente de color blanco. Las bebidas oscuras, el café, el té u otros productos que pigmentan mucho pueden ser absorbidos por el tejido de los dientes y oscurecer las manchas.
► Ver también: CARIES : Diagnóstico de lesiones incipientes de caries
El tercer tipo de manchas blancas en los dientes se produce debido a una caries inicial. La caries desmineraliza el esmalte, que pierde el reflejo de luz y queda con un aspecto blanquecino.
En este caso, se denominan lesiones blancas y son diferentes de los primeros dos casos de manchas. Las lesiones se ubican cerca de la encía ─a diferencia de las otras, que puedan estar en cualquier lugar de los dientes─, y poseen forma de medialuna.
Por lo general afectan solo un diente, puesto que se forman a partir de un cepillado incorrecto. Las manchas pueden aparecer también en personas que utilizan aparatos de ortodoncia y tienen dificultad para higienizar la región de los brackets.
Dado que no logran limpiar bien las zonas aledañas a los aparatos, se acumula placa y se forma una lesión de caries inicial que solo puede percibirse una vez que les sacan los aparatos.
Tratamiento y prevención
Tanto la fluorosis como las manchas originadas por fiebre alta se producen solamente durante la formación de los dientes, entre los ocho meses y los trece años. Por su parte, las lesiones por caries pueden aparecer en cualquier momento de la vida.
Dichas manchas pueden ser eliminadas con ácidos que remueven una capa fina y dejan la superficie lisa nuevamente. En casos más raros, cuando las manchas son profundas, los dientes pueden recubrirse con una resina compuesta del color del diente, que se pega con una especie de adhesivo.
La vacunación puede prevenir las enfermedades virales que producen fiebre alta y, como consecuencia, el surgimiento de las manchas. Para esto es importante que los responsables cumplan con el calendario de vacunación.
Por otra parte, evitar que los niños traguen pasta dental puede ayudar a prevenir la fluorosis. Lo que se recomienda es que la cantidad de crema dental que se pone en el cepillo de dientes no supere el tamaño de una uña de la mano del pequeño.
La higienización bucal correcta puede evitar las lesiones de mancha blanca. Para quienes poseen aparatos de ortodoncia, los cuidados se duplican: cepillarse, por lo menos, cinco minutos y diente por diente, usar hilo dental y hacerse buches con flúor.
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