La Saliva tiene un papel fundamental en la salud bucal.
Arrastra físicamente las bacterias, tiene un efecto antimicrobiano y cicatrizante.
Ésta remineraliza constantemente la superficie de los dientes, además de regular el pH de la cavidad bucal, neutralizando la acidez, que facilita la aparición de caries y lesiones en el esmalte.
La saliva también facilita la deglución de los alimentos y proporciona el sentido del gusto.
La composición de la saliva consta de un 99% de agua y un 1% está formado por sales, enzimas y mucopolisacáridos; que son los responsables de sus múltiples funciones.
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Fuente: Youtube / Sindrome de Sjögren España
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