Es probable que tu aliento matutino te haya incomodado alguno de esos días en los que te despiertas acompañado, porque intuyes que no es precisamente de lo más fresco.
O bien eres de los que necesitan lavarse los dientes nada más salir de la cama, porque no soportas esa sensación de sequedad y boca pastosa con la que te levantas.
No obstante, y a pesar de lo embarazosas y desagradables que puedan resultar estas situaciones, debes saber que “es normal que las personas nos despertemos con cierto grado de halitosis por las mañanas. Además, este mal aliento es temporal, ya que se produce por el simple hecho de dormir durante horas”, tranquiliza el doctor Jorge Ferrús, periodoncista e implantólogo de la Clinica Dental Ferrus & Bratos (Madrid).
Es lo que los expertos conocen como ‘halitosis no patológica’, porque no se debe a ningún tipo de enfermedad de la boca o del resto del organismo, sino que aparece como consecuencia de los cambios que se producen en nuestra cavidad oral al descansar, pero que también pueden ocurrir “después de varias horas de ayuno, en situaciones de estrés o tras hablar durante tiempo prolongado”, explica el doctor David Jiménez, periodoncista de la Clínica Den (Barcelona).
Aunque no apetezca mucho imaginarlo, las culpables de esta halitosis matutina son en concreto “las bacterias que viven en nuestra boca y que están localizadas principalmente en el dorso posterior de la lengua y en los surcos o bolsas periodontales”, señala el doctor Jiménez.
"Mientras dormimos, el pH de la boca se vuelve más ácido de lo normal y se reduce la cantidad de flujo salival, lo que favorece la concentración de microorganismos y, por ende, la aparición del mal aliento”, aclara el periodoncista Jorge Ferrús. Durante el día, en cambio, “tanto la saliva como la lengua actúan de manera natural retirando dichas bacterias”, lo que explica que este tipo de halitosis se manifieste sobre todo al despertar. Respecto a la sensación de boca seca tan típica de primera hora de la mañana, también es provocada por esta reducción de salivación que se produce al dormir.
► Ver también: INFOPACIENTE: Identifique los signos del Estrés en la boca
Es por todas estas razones que, por más que queramos, “el mal aliento temporal que tenemos al despertarnos no se puede evitar completamente. No obstante, el hecho de que se presente en menor o mayor grado sí depende de los hábitos que hayamos tenido el día anterior”, asegura el doctor Ferrús.
A continuación, te desvelamos qué puedes hacer para intentar que esta halitosis matutina sea lo menos molesta e intensa posible.
1) Lávate los dientes con esmero Para controlar el mal aliento matutino, “es fundamental mantener la boca en un buen estado de salud, y especialmente, las encías. Por ello, hay que seguir diariamente medidas de higiene oral adecuadas, incluyendo el cepillado de los dientes, el uso de seda dental o cepillos interdentales y también la limpieza de la lengua, además del uso de colutorios específicos”, indica el periodoncista David Jiménez.
2) Usa un raspador lingual Si aun no usas un limpiador lingual, quizás sea el momento de hacerte con uno de ellos. “La higiene de la lengua es fundamental como medida preventiva, puesto que muchos de los compuestos que producen el mal olor se encuentran en la región posterior del dorso de la lengua. Para ello, se ha demostrado que el raspador lingual es el instrumento más eficaz para realizar esta higiene”, afirma el doctor Jiménez. Estos dispositivos, explica, tienen “una forma adaptada a la anatomía de la lengua y están preparados para retirar la placa bacteriana, restos de alimentos y células muertas de su superficie”.
3) Limpia bien tus aparatos En caso de usar ortodoncia o dentaduras, el odontólogo Jorge Ferrús advierte que la limpieza de los mismos es clave para impedir “que se acumulen residuos de alimentos, lo que también favorece la proliferación de bacterias”.
4) Toma mucha agua Otro consejo del doctor Ferrús para mantener a raya el mal aliento matutino es “beber en abundancia el día anterior, ya que de esta manera aumentaremos el flujo salival”.
5) En la cena, ni ajo ni marisco “Existen determinados alimentos que pueden potenciar la halitosis y producir mal olor de manera prolongada, como el ajo o la cebolla, los cuales contienen compuestos sulfurados que se absorben en el torrente sanguíneo. Asimismo, las bacterias de la lengua se alimentan de los aminoácidos de los productos lácteos, lo que puede provocar un olor desagradable. Por su parte, alimentos como los mariscos enlatados o el rábano picante también pueden producir mal aliento”, detalla el especialista en odontología David Jiménez. Por su parte, el periodoncista Jorge Ferrús añade que conviene evitar alimentos muy ricos en grasas o muy condimentados durante la cena y recomienda consumir comidas más ligeras y fáciles de digerir”.
6) Reduce la ingesta de alcohol Finalmente, debes saber que “un consumo excesivo de alcohol el día anterior favorece la aparición del mal aliento por la mañana. También el tabaco, el café o la ingesta de determinados fármacos”, informa Ferrús.
Una vez levantados, una estrategia muy socorrida es beber agua, comer algo o, directamente, lavarse los dientes. Esto funciona, tal y como explica el doctor David Jiménez, porque “al instaurar medidas de higiene bucal, se disminuye el número de bacterias que producen el mal olor. De este modo, se neutraliza la volatilización de los productos malolientes, dejando de ser perceptibles. A su vez, al comer o beber, los alimentos ejercen un barrido de estas bacterias, pudiendo también disminuir su número y efecto”.
Sin embargo, no debemos olvidar que, en ocasiones, “la halitosis se puede deber a enfermedades periodontales, problemas en el tracto digestivo, enfermedades sistémicas o infecciones en la zona de la nariz como consecuencia de un virus o bacteria”, alerta el doctor Ferrús. Por este motivo, hay que acudir al odontólogo “cuando el mal aliento es persistente, no desaparece con la higiene y afecta a la vida social de la persona”.
Paralelamente, “podemos hablar de casos de pseudohalitosis, en los que no existe mal olor bucal, pero el paciente cree que tiene halitosis; y de halitofobia, en la que después del tratamiento para el mal aliento, el paciente todavía cree que lo sufre. Estos dos últimos tipos tienen un importante componente psicológico, y su tratamiento debe derivarse en psicólogos y/o psiquiatras”, revela Jiménez.
Disqus comments