Las lesiones de la mucosa oral constituyen un grupo heterogéneo de alteraciones.
La importancia de su diagnostico diferencial radica fundamentalmente en su proyección pronóstica y en sus distintos grados de benignidad o malignidad, los cuales determinan su manejo terapéutico.
Quemaduras químicas
Muchos agentes pueden producir quemaduras superficiales en contacto con la mucosa oral: aspirina, comprimidos de vitamina C, agua oxigenada, eugenol, alcohol, gasolina. La quemadura (necrosis coagulativa del epitelio) se manifiesta como una membrana blanquecina. La identificación de estos agentes mediante una correcta anamnesis es indispensable para su retirada.
Morsicatio buccarum
Lesiones de causa mecánica, por chupeteo y mordisqueo de la mucosa, correspondiente a una hiperqueratosis. La línea alba, línea blanquecina en la mucosa yugal, habitualmente bilateral, es un ejemplo de esto. Se debe hacer su diagnóstico clínico en el contexto adecuado (paciente joven sin factores de riesgo) y la respuesta a la retirada del mecanismo de lesión (cambio de hábito, férulas) y su control evolutivo o incluso biopsia en caso de sospechar otro tipo de lesión.
► Ver también: Lesiones bucales relacionadas con las enfermedades digestivas
Estomatitis de contacto
Aparición de eritema y edema gingival difuso tras la ingesta de determinados alimentos o sustancias a las que el sujeto estaba previamente sensibilizado.
Estomatitis por nicotina
Hiperplasia epitelial en fumadores crónicos. Suele observarse en el paladar duro o mucosa yugal (en relación con las zonas que más sufran la aspiración del humo de tabaco), que presenta pápulas sobre un fondo blanco de aspecto áspero y fisurado. El cese del hábito tabáquico resuelve estas lesiones.
Mucositis por radiación
Suele comenzar a manifestarse durante la segunda semana de tratamiento fraccionado, apareciendo pseudomembranas amarillentas que, al desprenderse, dejan ver zonas eritematosas muy dolorosas. Las zonas de mucositis se distribuyen según los campos de radiación utilizados, y comienzan a recuperarse pasadas dos semanas desde la última sesión de radioterapia. Suelen asociar infecciones bacterianas y fúngicas en las áreas necróticas.
Úlcera traumática
Como su nombre indica, es la lesión ulcerada de origen mecánico (mordisqueo, cepillo de dientes…). Suele aparecer como una lesión levemente eritematosa con una úlcera central cubierta por una membrana fibrinopurulenta (coloración blanquecino-amarillenta). Al eliminar el agente traumático suelen curar en menos de una semana. Debemos biopsiar toda úlcera supuestamente traumática que no cure en dos semanas desde la eliminación de su causa.
Fuente: secom.org
Autores: Sergio González Otero / Fernando García Marín / José Luis Cebrián Carretero
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