Después de la perdida de los dientes naturales se producen diversos cambios óseos en los maxilares, donde el hueso comienza a reabsorberse ya que no responde a las fuerzas transmitidas por los dientes y el ligamento periodontal.
En muchos pacientes, el proceso de reabsorción tiende a estabilizarse después de un periodo, mientras que en otros existe una serie de procesos que dan lugar a la pérdida total del hueso alveolar y del hueso basal subyacente.
Los resultados de ésta reabsorción, se ven acelerados cuando los pacientes son portadores de prótesis, puesto que las mismas tienden a afectar a la mandíbula de mayor modo que al maxilar por la menor área superficial y la distribución menos favorable de las fuerzas oclusales.
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Por otra parte al realizar una exodoncia sin criterio protético existe el riesgo de dejar ciertas irregularidades en el reborde alveolar, convirtiéndose en un área residual con aristas óseas, las cuales serán muy dolorosas a la presión ejercida en el momento de la masticación y por las fuerzas de oclusión, por lo cual éstas deben ser eliminadas si se considera tener una prótesis dental.
° Revista de Actualización Clínica Investiga
° Laura Condori Pamela
° Imagen : drsertac.com
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