La odontofobia es una de los principales motivos por los que se suele retrasar la visita al dentista. Tal como explica el Doctor Francisco Ferrer Marín-Blázquez, en líneas generales, se deba a una mala experiencia previa que da lugar a un temor irracional a que nos vuelvan a hacer daño en la consulta.
Una de las principales consecuencias de padecer odontofobia es que el hecho de retrasar las visitas al dentista y con ello los exámenes dentales rutinarios hacen que el problema se agrave con el tiempo y que acudamos a la consulta solo cuando el dolor se hace insoportable. "De esta manera una leve dolencia con fácil solución se convierte en un problema más grave, que necesitará un tratamiento más invasivo, lo que reforzará las creencias negativas de estos pacientes sobre los dentistas", argumenta el Dr. Francisco Ferrer Marín-Blázquez.
1. Convertir al odongólogo en parte de la rutina de salud desde la infancia. Tal como explica el Dr. Ferrer, es importante para los pacientes que ya lo padecen, acudir por lo menos una vez al año a la consulta. "Las revisiones dentales no duelen, evitan trastornos mayores y hacen que el miedo vaya desapareciendo, ya que el paciente se da cuenta de que la visita no ha sido la mala experiencia que había imaginado", comenta. Una opinión que comparte la psicóloga Mariana Segura, quien imparte cursos para perder el miedo al dentista en el Colegio de Odontólogos de Madrid. "Puedes programar una frecuencia para acudir a tu dentista de confianza, por ejemplo, en marzo y septiembre, para lograr así convertirlo en un hábito", detalla la experta.
2. Sinceridad y confianza. Si un paciente tiene miedo es importante que hable de ello abiertamente con el dentista pues, como explica el Dr. Ferrer, los estomatólogos son conscientes de ello y saben que esos pacientes necesitarán más tiempo y dedicación. No en vano, afirma que la comunicación, la empatía y la capacidad para hacer que el paciente se sienta relajado y en un entorno de confianza es básico.
3. Visita de 'reconocimiento'. Cuando los pacientes advierten al pedir su primera cita que lo suelen pasar mal en el dentista, los expertos aconsejan que lleve a cabo una visita antes de pedir hora. "Ese día el doctor le enseña la clínica y le explica las nuevas tecnologías y técnicas dentales que se usan hoy en día que ayudan a que las prácticas no sean dolorosas, de modo que la primera consulta será más cómoda y relajada", revela el Dr. Ferrer.
4. Mejor a primera hora. Es aconsejable acordar la cita en un momento del día en el que no tenga que acudir a ella con prisas y llegar antes a la cita concertada. Asimismo, es una buena opción, según comenta el Dr. Ferrer, agendar la cita por la mañana para que el paciente no esté pensando todo el día en su mido a acudir al dentista.
5. Acudir al odontólogo con un amigo, pareja o familiar puede hacer que se sientan más arropados a la hora de acudir al dentista.
6. Una vez en la sala de espera puede ser útil, según comenta la psicóloga Mariana Segura, usar técnicas que te distraigan como hablar con alguien, leer un libro interesante, hacer llamadas a personas que nos diviertan o agraden o buscar ese viaje de vacaciones que quieres planificar pronto en Internet a través del móvil.
7. Cuando estás en el sillón del dentista, puedes probar con trucos sencillos para eliminar los nervios. Así, la psicóloga que imparte cursos para combatir la odontofobia en el Colegio de Odontólogos de Madrid, cita cuestiones como contar hacia atrás, hacer operaciones matemáticas, elaborar listas de libros, de discos, de la compra o de cualquier otra cosa que te apetezca.
8. Infórmate de técnicas de relajación que te pueden resultar útiles y elige la que más se adapte a tu forma de ser, como aconseja Mariana Segura. Las más prácticas pueden ser: relajación respiratoria, relajación muscular progresiva o relajación autógena.
9. Tu mente, la mejor aliada. Piensa en algo agradable, visualiza una imagen que te ayude a obtener un efecto relajante. Darte autoinstrucciones como "deja de atender a lo que está haciendo el dentista y concéntrate en respirar profundamente" puede resultarte útil en un momento de crisis, según explica la psicóloga.
10. Que el miedo no te paralice. Recuerda que debes comunicar al dentista en todo momento si sientes algún tipo de dolor o molestia, pues todos tenemos distintos umbrales del dolor y el profesional ha de conocer el tuyo.
Fuente: mujerhoy.com
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