«La cabeza es la región del cuerpo humano donde se realizan un gran número de la funciones independientes como la respiración, deglución, olfato, masticación, visión, audición, equilibrio e integración neural y por supuesto la masticación.
Por tanto, «todas estas funciones pueden ser alteradas por el comportamiento del sistema masticatorio ya que todos los órganos que las desarrollan, están a nivel nervioso íntimamente conectados y ubicados en la cabeza», explica la doctora Arias para ayudarnos a comprender la influencia de la posición dental en algunos problemas de salud y enumera los problemas mandibulares más frecuentes:
-Cualquier alteración en las funciones vitales como la respiración causa falta de desarrollo en el tamaño y forma de los arcos dentales apareciendo como consecuencia el apiñamiento dental.
-Trastornos o alteraciones del crecimiento de los huesos de la cara, el mas conocido de ellos, es el prognatismo mandibular.
► Vea también: ¿Qué es la Oclusión y Maloclusión?
-La mandíbula es el primer hueso articulado del cuerpo, cuando esta cambia de posición por culpa de una malposición de los dientes, automáticamente genera una respuesta muscular que es fácil de identificar como las típicas contracturas o tensión de la musculatura del cuello o de la espalda.
-Los desórdenes temporomandibulares pueden contribuir a ocasionar migrañas, dolores de cabeza tensionales o dolor miofacial en la región.
-Los síntomas ciertamente van más allá del daño al sistema músculo esquelético masticatorio, pues logran implicar a los dolores de oído, vértigos, zumbidos, dolor de cuello y dolor dental.
La cefalea de origen dental está causada por un «daño inflamatorio de la unión entre la mandíbula y el cráneo (articulación temporomandibular)» explica la doctora, que añade que el dolor causado por la inflamación y contractura muscular originada por la masticación, el apretamiento o el bruxismo «puede llegar a ser tan severo que se irradia al resto del cráneo, descender al cuello y prolongarse hasta la espalda». El tratamiento es proporcionado por un estabilizador o férula nocturna del sistema dientes-mandíbula-articulación temporomandicular-cráneo.
El estrés es otro de los grandes enemigos de la salud bucodental ya que es «un detonante de desórdenes de la articulación cráneomandibular que van mas allá del daño a los dientes», aclara la experta, ya que genera una «tensión muscular masticatoria que produce el bruxismo que los desgasta y fractura». Esa tensión muscular puede llegar a afectar en gran medida «al soporte músculo-esquelético de cuello-espalda» y ocasiona también intensos dolores faciales o síntomas en el oído que «deterioran la calidad de vida de quien los padece».
Para solucionar estos problemas «se utilizan aditamentos nocturnos para ayudar a relajar la musculatura y solucionar la cefalea» aunque «la solución definitiva está en la corrección de la mala oclusión a través de la ortodoncia».
El paso de los años desgasta las piezas y las deteriora, por lo que suele ser habitual la necesidad de reemplazarlas por otras nuevas o mejorar su estética. «Los últimos avances han permitido que actualmente contemos con sistemas eficaces y rápidos, como el revolucionario tratamiento de implantologíade Carga Inmediata» explica el director médico de Vitaldent sobre esta especialidad de la Odontología que consiste en sustituir las piezas dentales perdidas por una raíz artificial que vuelva a sustituir la función y la estética de la pieza perdida por la que «se opta cuando existen ausencias dentales y el paciente dispone de hueso suficiente».
La sustitución de las piezas perdidas debe de ser imperativa puesto que «cualquier ausencia dental va a provocar un desajuste en la oclusión del paciente y desgaste en la piezas dentales como medida compensatoria a la falta de piezas colaterales» cuenta Camañas a ABC.es. Por ejemplo, en el caso de ausencia en un molar inferior o superior, que realiza el 65% de la función masticatoria, «empezarán a actuar un grupo de dientes que no están “diseñados” para ello, provocando desgastes y desajustes en la oclusión.
La técnica consiste, una vez estudiado y confirmado la posibilidad de poder realizarse el tratamiento, «en la inserción de un implante dental dentro del hueso maxilar o mandibular». Se deja oculto el implante durante aproximadamente 6 meses, «tiempo suficiente para la correcta unión del implante al hueso».
Una vez el implante está completamente osteointegrado comienza la etapa de la «rehabilitación protésica que conectará la corona o funda sobre el propio implante o raíz artificial». En algunos casos se realiza un tratamiento denominado carga inmediata que, «en el momento de la colocación del implante se coloca una corona o funda provisional, muy indicado por ejemplo en sustitución inmediata de piezas anteriores o estéticas» explica el director médico de Vitaldent.
Fuente: abc.es
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