La caída del primer diente supone casi siempre un motivo de alegría para los pequeños, ya que se asocia con el primer paso para convertirse en “niños grandes”.
Inclusive como papás, celebramos el comienzo de esa nueva etapa de su vida y la aparición del ratón que deja dinero debajo de la almohada a cambio del diente. Sin embargo, también hay pequeños que se sienten angustiados porque les preocupa su apariencia y las posibles burlas que recibirán por la falta de dientes.
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Para tranquilizarlos y ayudarlos a vivir este proceso de la mejor manera, es recomendable que los papás les expliquen, previo al inicio de la caída de sus piezas dentales, que se trata de algo natural, que a todos nos pasa y que no tienen porqué vivirlo como una tragedia.
Hay que explicarles que “al cabo del tiempo le saldrán dientes nuevos que, si los cuidan adecuadamente, les durarán toda la vida”, explica el especialista Luis Gerardo Alva.
La primera caída
El periodo de transición entre la caída de los dientes temporales, también llamados de leche, y la erupción de los permanentes se da en promedio entre los 5 y 6 años de edad, y sin previo aviso. Nuestro hijo simplemente se da cuenta de que tiene un diente flojo, lo que significa que ha comenzado la muda de dientes.
“El menor debe saber que la caída de los dientes de leche será un proceso largo que durará, más o menos, hasta que cumpla los 12 años de edad, y que los nuevos dientes, los permanentes, poco a poco los irán sustituyendo”, comenta el especialista.
Cuando el niño se percata de que se le ha aflojado un diente, reacciona asustado y en algunos casos hasta se niega a comer ciertos alimentos porque piensa lo pueden lastimar. Nuevamente hay que aclararle que debe dejar que la caída del diente siga su curso natural, que no le pasará nada grave y que en todo caso, hay un diente empujando al que se aflojó para ocupar su lugar.
Es este periodo de transición es más importante reforzar los buenos hábitos de salud bucal, los cuales consisten en:
• Lavar los dientes tres veces al día, después de cada alimento.
• Utilizar pasta e hilo dental.
• Evitar el consumo excesivo de golosinas para reducir el riesgo de caries.
• Enjuagar su boca si es ha consumido un dulce o una botana.
• Visitar al dentista dos veces al año.
• Al dentista es posible visitarlo antes de la salida del primer diente y luego una o dos veces al año.
Fuente: eldiariony.com
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