En la odontología en general -al igual que en la medicina y en la estética- no existen tratamientos "definitivos". Por eso es importante, siempre, el criterio del profesional para analizar cada caso en particular.
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Las tendencias llaman a tener los dientes cada vez más blancos y parejos. Por ello, abundan los tratamientos estéticos que nos aseguran una sonrisa de revista. Se pueden realizar procedimientos no definitivos, pero que después de unos años involucren un simple recambio y no la pérdida o daño importante de la pieza dentaria o de tejidos blandos o hueso.
Una moda
Hace 30 años, había tres corrientes en estética: una italiana (hiperrealista, que imitaba a la perfección los dientes reales), una suiza (intermedia, un poco más artificial, pero más linda) y una estadounidense (muy artificial, con dientes grandes y muy blancos).
Con el tiempo y un poco también en Hollywood, ésta se impuso y por eso es muy demandada.
Blanqueamientos
Este tratamiento estético han generado diversos estudios que muestran daño al esmalte si se observa con un microscopio electrónico. Por lo tanto, a los pocos meses, el paciente vuelve a tener los dientes amarillos.
Los métodos químicos lesionan las partículas blandas existentes en el esmalte, la argamasa que une la hidroxiapatita del esmalte.
Por ello hay que saber que los blanqueadores son peróxidos, como el agua oxigenada, que liberan urea o otros productos sobre la superficie del esmalte.
Hay varios tipos de blanqueamiento dental LED o láser, dependiendo del tipo de luz utilizada:blanqueamiento dental LED, de arco de plasma, y halógeno. Se cree que de estos tres tipos el blanqueamiento dental con halógeno es el más eficaz, aunque el empleo de los tres tipos de luz ha dado buenos resultados.
Fundas y carillas
Con las carillas es difícil lograr una buena estética por la delgadez. Obligando a usar cementos fácilmente filtrables y las uniones quedan en lugares de muy difícil acceso.
Además, en la mayoría de los casos hay que agrandar los dientes. Es como poner un vidrio sin nada atrás que lo contenga. Se rompe.
La última generación de porcelanas se usa sin metal y se confeccionan por escaneo, computación y robótica.
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