Los peligros del verano para tus dientes

Descubre los peligros más importantes que supone el verano para los dientes, evítalos y presume de sonrisa.

Definitivamente el verano ha llegado, y con él, las tan ansiadas vacaciones en las que podrás disfrutar del sol, la playa… Todo parecen ventajas, sin embargo, también debes estar atenta a algunos aspectos que pueden poner en riesgo la salud y belleza de tu sonrisa.




El prestigioso odontólogo Iván Malagón enumera los peligros más importantes que supone el verano para la dentadura:

Las caries

La caries es una enfermedad contagiosa que según la Organización Mundial de la Salud afecta a más del 90% de la población mundial, transmitiéndose de persona a persona a través de la saliva. Generalmente es la madre la que se la transmite a su bebé en los primeros 30 meses de vida a veces, incluso, a través de los besos. Así pues, debes tener mucho cuidado con probar la comida de tus hijos o al ofrecer un helado.

La deshidratación

La deshidratación es otro de los grandes peligros de esta época del año: el calor provoca deshidratación y origina la sed que intentas paliar tomando bebidas azucaradas o altamente carbonatadas (este tipo de bebidas son muy perjudiciales para los dientes).

Además, si la boca se deshidrata se vuelve más propensa a infectarse e inflamarse porque se segrega menos saliva, provocando la sensación de “boca seca”, por lo tanto es absolutamente necesario beber más agua que de costumbre en esta época, ya que la saliva es esencial para defenderte de la caries, ya que diluye y elimina los azúcares, mantiene constante el pH de la boca y aporta el calcio y fosfato necesarios para remineralizar el esmalte.

La relajación

El verano es la típica época en la que se tiende a olvidar las obligaciones diarias. A nivel dental, este comportamiento puede traer consecuencias negativas para los dientes: por un lado, la falta de cepillado aumenta el riesgo de sufrir caries, enfermedad de las encías o, en último término, la pérdida de piezas dentales; la cultura española de picar entre horas no favorece la higiene dental, siendo recomendable que después de ingerir alimentos entre comidas, se enjuague la boca varias veces; el cepillado antes de dormir es el más importante porque durante la noche los ácidos que dañan los dientes se forman más fácilmente, ya que se segrega menos saliva y el hecho de tener la boca cerrada crea las condiciones favorables para que las bacterias proliferen.

El Deporte

Algunos deportes propios de la temporada estival, pueden poner en riesgo la salud de tu dentadura. Los nadadores, por ejemplo, exponen sus dientes al agua con cloros y otras sustancias químicas, acumulándose sarro o placa dental mucho más frecuentemente que el resto. Las proteínas salivales se descomponen rápidamente en contacto con el pH del agua de la piscina y forman depósitos orgánicos en los dientes de color marrón, conocido como “el sarro de los nadadores”.

Por otro lado, el buceo puede acarrear dolor de mandíbula si antes no se ha consultado con el dentista cómo colocarse la boquilla del regulador de aire. Es frecuente también el “síndrome de la boca del buzo” (también llamado barodontalgia), un problema causado por el cambio de presión de aire, sobre todo si el buceador tiene grandes caries, empastes, encías inflamadas o infectadas.

La hipersensibilidad

En esta época del año es más frecuente notar sensibilidad en los dientes cuando se bebe algo muy frío o muy caliente. Por ello, lo más recomendable es no provocar grandes cambios de temperatura ingiriendo alimentos fríos alternando con calientes sin permitir que los dientes se aclimaten. Toma nota de algunos consejos que pueden ayudarte a evitar esta incómoda sensación:
  • Los lácteos, los huevos, las carnes de vaca, el pollo y el pescado, favorecen la absorción del calcio necesario para evitar la hipersensibilidad dental.
  • La naranja y el pomelo, frutas ricas en vitaminas C y A, flúor y calcio, limpian y fortalecen los dientes, combatiendo las bacterias.
  • La zanahoria, el plátano o las espinacas contienen flúor, lo que ayuda a fortalecer las piezas dentales y el esmalte.
  • Las bebidas carbonatadas reducen el pH bucal y favorecen la aparición de sensibilidad. Evítalas.

Si quieres presumir de sonrisa este verano, no dejes de tener en cuenta los consejos anteriores, además de tomar buena nota del decálogo para presumir de dientes blancos y sanos.